domingo, 15 de enero de 2012

Los Ciudadanos "No"

El cura Albó ha publicado en un medio virtual una curiosísima nota en la que luego de enumerar las ventajas del último censo, en el que como todos sabemos se elimino el mestizaje, termina inventado la más curiosa de las categorías étnico-sociales: el ciudadano “No”.
Según el conocido indigenista todos los que no se identifican con algún grupo Indígena Originario Campesino (IOC) tienen la opción de responde “No”, la respuesta seria entonces “no pertenezco a ninguno grupo de esos”, sórdidamente agrega además que de esa forma “nadie nos podrá “ningueniar”. Semejante despropósito  linda en el insulto a la racionalidad mestiza, pues es obvio que tal artificio es un absurdo de principio a fin, de ser incluido en la boleta censal, en las estadísticas nacionales tendrán que consignar a los aimaras, a los quechuas, a los guaraníes, a los ayoreos etc. y a los “No”; los “ciudadanos no” (que entre otras cosas  sobrepasan el 60’% de los bolivianos)
Pertenecer a la categoría de los  “ciudadanos No”, empero,  conlleva consecuencias sociológicas, políticas y culturales importantes, en principio, a diferencia de los IOC, los “No” no podrán tener representación parlamentaria pues no hay diputados ni senadores que represente a los que no son de ninguna parte, de ninguna cultura, de ningún habla. No serán consignados en ningún plan de desarrollo nacional ya que nadie planifica para los que no son, ni están.  No podrán incorporar el más mínimo rasgo cultural en la estructura educativa del país. No tendrán derechos pues estos se aplican a los que objetivamente tiene voz y voto, los “No”, en cambio, simplemente están ahí pero no existen. Como se puede apreciar, se trata de un intento más por borrar de la estructura social boliviana el mestizaje asimilado por el régimen actual como la encarnación de la historia colonial blancoide, en el fondo, no solo es un acto racista destinado a poner en movimiento un mecanismo mas (de los muchos que ya dispone el gobierno de Morales) de discriminación y segregación socio-cultural al mejor estilo nazi, se trata, a despecho de las normas que el mismo gobierna crea para pisotearlas, de la forma más moderna de etnocidio, que su artífice sea un connotado antropólogo indigenista no disminuye su carácter abominable, (si hasta Heidegger apoyo a Hitler) en todo caso se trata de uno de los más precarios actos intelectuales  del oscuro resabio de las modernidades coloniales del siglo XX.