viernes, 6 de septiembre de 2013

Un Síndrome Delincuencial

Estábamos acostumbrados a convivir von la corrupción de los funcionarios públicos, pero, hasta hace poco era relativamente sencillo distinguir entre un funcionario corrupto, y una estructura corrupta. Cuando se descubría algún “negociado” se afectaba sin duda la imagen del gobierno en su conjunto, pero quedaba relativamente claro que ese funcionario corrupto aprovechaba su posición para delinquir, ¡había una oveja negra en el rebaño! empero, otra es la situación cuando todo el rebaño es de ovejas negras. En la perspectiva sociológica podría decirse que la diferencia entre el primer y segundo caso, marca la diferencia entre un “estado corrupto” a otro “delincuencial”

Parece que eso es lo que la percepción ciudadana experimenta en la actualidad. La certeza cada vez más afianzada y respaldada por la cadena de acontecimientos oscuros que rodean la administración estatal, empieza a dejar claro que no es el apetito individual de los arribados lo que se expresa en la ola de escándalos que sacude el gobierno desde su misma instauración, sino que, se trata de una estructura en la que casi todo está permitido y asegurado. Lo que parecía un efecto asociado a la natural borrachera de poder que suele experimentar un gobierno cuando se siente imbatible y eterno, ha dado paso a la sensación generalizada de que la resaca comporta un ilimitado disfrute del Poder más allá del bien y del mal, síntoma claro de un síndrome delincuencial.

Los “accidentes” ya no son la excepción, sino la norma. La impunidad selectiva y una administración de justicia orientada solo a los disidentes y opositores, crea las condiciones ideales para este paraíso de sombras. Todo indica sin embargo que los discursos explicativos se agotan, los hechos los desmienten dramáticamente; el Jefe Antinarcóticos termina preso por narcotráfico, el jefe policial anticorrupción termina preso por corrupto, a lo que se suma que los hechos se empiezan a relacionar en el tiempo, curiosas relaciones “de trabajo” empiezan a mostrar ramificaciones insospechadas; no es uno, aislado, osado, confiado y desprevenido, son demasiados, todos juntos y bajo una misma estructura. Esta es una cuestión delicada, pues puede pasar lo mismo que sucede cuando un castillo de naipes pierde una carta: se caen todas.



jueves, 18 de julio de 2013

¿Y Después de la Orgía?

Una agente infiltrada protagoniza toda una escena de atropellos y abusos al Canciller en los conflictos de Chaparina. Un canciller de la República se brinda como cebo represivo, misteriosamente la infiltrada desaparece del escenario. El canciller queda en ridículo. Los jefes de la infiltrada dicen que pidió vacaciones por stress. La oposición pide la renuncia del canciller que se prestó a semejante juego. Una comisión de policías antinarcóticos requisa la nave diplomática brasilera. Un ex alto funcionario del gobierno, hoy encarcelado por extorsión, da detalles de la forma en que el gobierno arma celadas y prefabrica delitos de forma casi novelesca, entre tanto, el gobierno articula una protesta internacional a propósito de la negativa de sobrevuelo que  cuatro países europeos dan al avión presidencial, el bochornoso acontecimiento que es declarado un atentado contra la dignidad y la propia vida del mandatario se vuelca en contra, el gobierno clama respeto y cumplimiento de normas internacionales mientras las viola sistemáticamente. La ministra de comunicaciones declara públicamente que la denuncia sobre las requisas a aviones diplomáticos brasileros son falsas, el presidente lo ratifica, los diputados masistas sostiene que se trata de acciones mediáticas destinadas a afectar la imagen del gobierno más democrático del mundo, apenas terminan de dar sus fogosos argumentos el canciller brasilero oficializa la denuncia; no fue una, fueron tres naves en tres oportunidades diferentes requisadas ilegal y abusivamente. Por su lado los dirigentes de la VIII y IX Marcha descubren que no fue una, fueron catorce los infiltrados. Todo sucede como un film de misterio, gansterismo y poder.
Maquiavelo describió la fría ecuación del calculo político, les enseñaba a los príncipes como moverse en momentos en que el Poder feudal se venía abajo, la genialidad de Maquiavelo radicó en vislumbrar cómo sería la política en la modernidad... y sus límites, empero, se quedo chico, nunca pensó que la ambición de poder adoptaría los caracteres de una orgía. El Poder lo es todo.  No interesa si se violan derechos internacionales, si se denigra la razón, si la mentira toma fuerza de Ley Natural; todo vale al calor de la orgía. Lo mismo le paso a Stalin que terminó en la galería de los más brutales dictadores junto a Hitler y Mussolini, a él, le costó el odio de su pueblo, a Hitler un balazo suicida y a Mussolini y la Petacci, su amante, la horca y el desprecio. No hay orgia que dure mil años y menos que termine bien.

martes, 16 de julio de 2013

Boaventura de Sousa Santos y el Colonialismo al Revés

De Sausa Santos puede ser considerado el ideólogo en línea de los nuevos populismos latinoamericanos. Para fundamentar el accionar de los gobiernos del tipo mencionado, el prestigioso sociólogo sostiene que los problemas del capitalismo actual (designado como postcapitalismo) tienen dos vías posibles; imaginar soluciones capitalistas al capitalismo actual o, imaginar soluciones pre-capitalistas al capitalismo actual. En la última alternativa localiza el caso boliviano y encuentra ahí los filones originario-campesinos que lo sostienen. El argumento es aún más sutil: “ni los unos ni los otros –dice- imaginan el capitalismo sin el colonialismo interno”, aseveración que permite comprender el colonialismo al revés del proyecto estatal del actual gobierno, consistente en pretender descolonizar la sociedad nacional colonizándola desde la cosmovisión aymara.

De Sousa Santos cree que “tenemos problemas modernos, para los cuales no hay soluciones modernas”, las soluciones propuestas por el liberalismo y el marxismo –dice- “ya no sirven”, eran parte de una primera modernidad, pero son inútiles en la segunda modernidad, la de Habermas. Para criticar la modernidad occidental asevera que las visiones universales (globales) son artificios coloniales destinados a hacer invisibles otras visiones que trascienden la realidad, se trata de las lecturas locales. Estas identidades hasta ahora ignoradas, sin embargo, “están incapacitadas para ser alternativas creíbles” frente al influjo de lo universal y global. Muy cierto, las culturas que se encapsulan no prosperan, su apertura a un mundo más ancho y cada vez menos ajeno es la condición de su propia sobrevivencia, sucede, empero, que los nuevos populismos latinoamericanos con fuerte contenido étnico, como el caso nuestro y el ecuatoriano, caen en el error apuntado por Sousa; apelan a las culturas locales para construir nuevas formas de dominación interna, algo así como revelarse frente al eurocentrismo de occidente, re-articulando un etnocentrismo emergente.

Sausa es sin duda el teórico más profundo sobre los procesos de cambio que experimentan países como Bolivia.  Sin embargo, es frecuente que una gran teoría sirva a moros y cristianos, y en el caso que nos atañe, las propuestas de este pensador utilizadas de manera arbitraria pueden correr el mismo destino del puñal que terminó en manos de un mono: ¡se lo clavó él mismo!

domingo, 30 de junio de 2013

Brasil: La Indignación en las Ruas

Las protestas en el Brasil sorprendieron a todo el mundo por lo súbito y desconcertante de sus orígenes. La primera reacción fue de un profundo desconcierto y los analistas no atinaban a descifrar el origen de la indignación. Apenas decantado el proceso podrían sin embargo identificarse algunos de los elementos que eventualmente dan curso al poderoso movimiento de la sociedad civil brasilera. En este articulo planteo algunas hipótesis en torno a los factores sociológicos que dieron origen al proceso.

En principio es bueno notar que la composición de los protestantes muestra algunos datos interesantes. "De las 65.000 personas que se reunieron en Sao Paulo el 17 de junio, un 84% no tenía preferencia partidaria, según una investigación de Datafolha publicada en el diario Folha de Sao Paulo. Quizá por eso muchos gritaban fases como el pueblo ya no necesita partidos políticos. Según la misma encuesta, un 71% de las personas participaba por primera vez de una protesta. La mayoría de ellos tiene entre 26 y 35 años aunque la mitad tiene menos de 25. El 81% se enteróó del acto por Facebook. Casi el 80% tiene un nivel educacional superior (comparado con un 24% del total de la población) y más del 22% son estudiantes. La encuesta también reveló que un 56% protestaba contra el alza en los precios del transporte, un 40% contra la corrupción, el 31% protestaba contra la violencia y la represión de la policía. Un 27%  pedía una mejor calidad en el sistema de trasporte"

Se trata por tanto de un segmento de la sociedad que difícilmente podría asimilarse en plenitud a los estratos más pobres de la sociedad brasilera, no están –excepto en calidad de vándalos- los pobres de las favelas, el lumpen o el proletariado empobrecido y explotado en el típico sentido de la sociedad industrial moderna, son en todo caso estratos de clase media nacida como efecto del desarrollo sostenido que el coloso sudamericano logro en los últimos 20 años.

Aunque la protesta se inicia rechazando el incremento de 0,20 centavos de real al pasaje en transporte público, casi de inmediato la demanda se diluye en un espectro mucho más complejo. Para cuando el gobierno e Dillma Ruseff deroga las disposiciones sobre el incremento, el discurso que se generaba en las calles había cambiado y ampliado el espectro de sus demandas tocando los puntos más sensibles de la realidad brasilera: la corrupción, el descredito de la política y de los partidos, el despilfarro en onerosas inversiones ligadas a la Copa de las Confederaciones, la salud y la educación, rubros echados al olvido. De pronto, la cultura futbolística de la sociedad brasilera había trocado símbolos iconográficos de la sociedad brasilera y la presidente pasó momentos difíciles al inaugurar un partido en el emblemático Maracaná, no solo la abucharan sino que entonaron el himno nacional de espaldas a su presidenta. Probablemente un slogan de las marchas en Rio daba cuenta de la nueva situación, "Perdone las molestias, estamos cambiando el país".

El profesor Juan Arias en un artículo publicado por el periódico EL País de España se hacía algunas preguntas que permiten identificar los contornos del conflicto: "¿Por qué surge ahora un movimiento de protesta como los que ya están casi de vuelta en otros países del mundo, cuando durante diez años Brasil vivió como anestesiado por su éxito compartido y aplaudido mundialmente? ¿Brasil está peor hoy que hace diez años? No, está mejor. Por lo menos es más rico, tiene menos pobres y crecen los millonarios. Es más democrático y menos desigual...¿Por qué salen a la calle a protestar por la subida de precios de los transportes públicos jóvenes que normalmente no usan esos medios porque ya tienen coche, algo impensable hace diez años?¿Por qué protestan estudiantes de familias que hasta hace poco no hubiesen soñado con ver a sus hijos pisar una universidad?¿Por   qué aplaude a los manifestantes la clase media que por vez primera en su vida han podido comprar una nevera, una lavadora, una televisión y hasta una moto o un coche de segunda mano?¿Por qué Brasil, siempre orgulloso de su fútbol, parece estar ahora contra el Mundial, llegando a empañar la inauguración de la Copa de las Confederaciones con una manifestación que produjo heridos, detenciones y miedo en los aficionados que acudían al estadio?¿Por qué esas protestas, incluso violentas, en un país envidiado hasta por Europa y Estados Unidos por su casi nulo desempleo?¿Por qué se protesta en las favelas donde sus habitantes han visto duplicada su renta y recobrada la paz que les había robado el narcotráfico?¿Por qué, de repente, se han levantado en pie de guerra los   indígenas que poseen ya el 13% del territorio nacional y tienen al Supremo siempre al lado de sus reivindicaciones?¿Es que los brasileños son desagradecidos a quiénes les han hecho mejorar? Las respuestas a todas esas preguntas que producen en tantos, empezando por los políticos, una especie de perplejidad y asombro, podrían resumirse en pocas cuestiones.En primer lugar se podría decir que, paradójicamente, la culpa es de quien les dio a los pobres un mínimo de dignidad: una renta no miserable, la posibilidad de tener una cuenta en el banco y acceso al crédito para poder adquirir lo que fue siempre un sueño para ellos (electrodomésticos, una moto o un coche).Quizás la paradoja se deba a eso: al haber colocado a los hijos de los pobres en la escuela, de la que no gozaron sus padres y abuelos; al haber permitido a los jóvenes, a todos, blancos, negros, indígenas, pobres o no, ingresar en la universidad; al haber dado para todos accesos gratuito a la sanidad; al haber librado a los brasileños del complejo antaño de culpa de perros callejeros; al haber conseguido todo aquello que convirtió a Brasil en solo 20 años en un país casi del primer mundo." (El País, 27 de Junio)

Si seguimos el hilo conductor de estas reflexiones llegamos a la misma conclusión del profesor Arias, los Indignados son la nueva clase media brasilera. Habría sin embargo que ampliar la deriva de esta hipótesis y añadir que son las clases medias emergentes acompañadas de una ampliación de las expectativas que el anacrónico Estado brasilero no puede metabolizar ni responder con eficiencia. En las sociedades del primer mundo, la ampliación de las clases medias vino acompañada de una sistemática satisfacción de sus expectativas. De hecho, la indignación en Europa no se produce porque las clases medias producto del desarrollo capitalista de avanzada se sienten frustradas ante la incapacidad estatal de satisfacer sus expectativas. A las clases medias europeas se les brindaba de sobra todo lo que su propio ascenso requería, educación de calidad, salud de calidad, transporte adecuado, transparencia en la gestión pública, bajos niveles de corrupción e impunidad, acceso al crédito, bajas tasas de interés, etc. a ellos no los llevó a las calles el sentimiento de la frustración que eventualmente amenazaba su nuevo status, sino, más bien, la supresión de los mecanismos económicos y sociales que ya cubrían esas expectativas. En un caso, la protesta nace de la imposibilidad de realizar los sueños que comporta una clase ascendente, en el otro, el miedo que produce perderlos, en síntesis, lo del Brasil habla de una anomalía en el espectro de las expectativas insatisfechas que el propio desarrollo de las clases sociales produce: a mayor desarrollo de una clase, mayores expectativas sociales, económicas, politices y culturales.

Un tercer elemento (a más del desarrollo de la clase media y la ampliación insatisfecha de sus expectativas) radicaría en la magnitud de la desigualdad socioeconómica que caracteriza ese país. Las estadísticas de NN.UU. muestran que el 10% de la población brasilera absorbe el 50.6% del Producto interno bruto y solo 0.8% de la riqueza producida por el país se queda en los estratos más pobres. El índice de Gini, que mide la desigualdad social le da un coeficiente de 0,56, por encima de Chile, Argentina, Perú, Panamá y Ecuador, obviamente peor a cualquier país desarrollado, (el índice mide en una escala en que 0 es desigualdad nula, y 1 desigualdad máxima)  a lo que debe agregarse que es uno de los países más caros del mundo. Varios índices internacionales lo catalogan como  más caro que EE.UU. Holanda, Suecia, Suiza, Australia, Alemania, casi el doble de la zona euro.

De esto se desprende que al acenso de una clase media munida de una lectura mucho más amplia de su propia realidad, años luz de lo que podían haber imaginado sus padres hace apenas 20 años atrás, hay que agregarle una creciente insatisfacción de sus expectativas en un país carísimo y terriblemente desigual.

Un cuarto elemento, incisivamente presente en la protesta de los Indignados está marcado por la impunidad y la corrupción. La corrupción es el detonante de fondo, su onda expansiva  creó a lo largo de los últimos 15 años las condiciones de la indignación. Una clase política corrupta que ha logrado escamotarle al pueblo brasilero cifras extraordinarias en beneficio propio y de una burguesía secante forma el transfondo de la situación que analizamos.

De lo expuesto se concluye a título de hipótesis sociológicas, que la crisis del Brasil está condicionada por cuatro elementos sociológicos centrales: 1) El ascenso de una clase media producto del propio desarrollo capitalista del país. 2) Una revolución explosiva de los imaginarios sociales expresado en una ampliación de las expectativas que el Estado brasileño no puede cubrir eficientemente produciendo niveles acumulativos de frustración 3) Un altísimo nivel de desigualdad social que amplía la brecha entre podres y ricos acicateada por un índice de precios carísimo y, finalmente,  4) una corrupción crónica que avanza a la par de una impunidad inaceptable, por lo general asociada a los partidos políticos, la poderosa burguesía brasilera y la clase política local.

Bajo estas condiciones es posible comprender de mejor manera la indignación de la sociedad brasilera, empero, no es una crisis más del desarrollo del capitalismo local, es una crisis que hace a los fundamentos de la sociedad brasilera al punto de producir negaciones impensables en la cultura ciudadana (como la que, para sorpresa de todos el mundo, le da la espalda a la Copa de las Confederaciones, al futbol,  icono de su orgullo nacional). Se trata de una crisis de fundamentos que exige una reconstrucción de la estructura social, económica, política y cultural del Coloso de América, un estado de cosas que además, con cierta franquicia, podría derivar en una Primavera Latinoamericana al estilo del Medio Oriente.

martes, 11 de junio de 2013

¿Dónde están las Democracias Latinoamericanas?

Diosdado Cabello miraba complacido la golpiza que terminó con el tabique de una representante de la oposición venezolana, previamente les habían vetado el derecho a tomar la palabra. Eran los diputados de oposición. La Hojilla, el programa favorito del extinto Chávez mostraba un nivel de agresividad y desataba un rosario de amenazas que atemorizaban al más valiente de los demócratas venezolanos, su personaje estrella termino renunciando después de conocida una cinta que delataba la injerencia cubana en el proceso chavista. Las amenazas y los procesos judiciales desarrollados bajo la estrategia de anular “democráticamente” al opositor son el pan de cada día, aun así, los días de la dictadura de Maduro están contados, es cuestión de tiempo, sin embargo, el tiempo político suele ser caprichoso, no obedece a las reglas de la física normal, de manera que la estrepitosa caída puede tomar meses o algunos años, entre tanto, el pueblo venezolano se debate entre la inflación, la escases, la violencia y el miedo, la pregunta es:  ¿donde están las democracias latinoamericanas?

Un silencio cómplice acompaña la dictadura venezolana. Ni la Carta Democrática Interamericana, ni los múltiples tratados suscritos pomposamente en defensa conjunta de la democracia en nuestros países, ni la aplicación de los tratados que aseguran el respeto a los Derechos Humanos parecen estar en la mente de las democracias latinoamericanas en vigencia. En el entorno, un coro de émulos fallidos hace albortos mediáticos a favor de la dictadura caraqueña.  Es posible que el estratégico poder petrolero venezolano haga de mordaza, pero tan valioso atributo puede fácilmente transformarse en un boomerang que termine cortando las cabezas de los discretos cómplices. Hoy la mordaza es el petróleo, mañana podrá ser la raza y pasado mañana la crisis financiera. El cómodo y hasta cierto punto traidor mutismo de Brasil, de Chile o cualquier otra nación democrática de la región más parece un juego pirotécnico que una estrategia diplomática, empero, se olvida miedosamente que con más frecuencia de lo que se cree, esta suerte de pirotecnia política termina quemando las praderas, y por regla general, sobre sus cenizas suelen levantarse los pueblos.

viernes, 10 de mayo de 2013

Democráticamente Medievales

La aprobación de la Constitución Política del Estado en vigencia fue sin duda el proceso más escabroso de la historia nacional. Redactada mediante procedimientos que más parecen producto de un drama medieval, terminó en un acto aprobatorio que no hacia parte ni siquiera de la conciencia de sus constituyentes, sin mencionar su revisión efectuada en los oscuros confines de una oficina de la vicepresidencia por un puñado de masistas. La opinión pública no dudo un minuto en calificarla de “trucha”.  Finalmente igual se aprobó. Cualquier “movida” política a lo largo de toda la Colonia y la Republica resulta insignificante frente a este acto del oficialismo.
La elección de los miembros del poder judicial hace parte de otro episodio vergonzoso. Todos los ciudadanos votamos forzados por las listas de fiscales y jueces que el partido de gobierno había elaborado. Las entrevistas de los futuros operadores de justicia causaban vergüenza ajena. Terminó ganando el voto nulo, el Tribunal Electoral decidió que esos votos no se contaban. Hubo fiscales que se hicieron del puesto con menos del 1% de aprobación ciudadana. A la vuelta de la esquina resulto que los jueces y fiscales del MAS integraban bandas de extorsión. Igual fueron posicionados y ahí están encarcelando opositores.
En un efusivo discurso el presidente Morales ratifico que no podía ser candidato por un tercer periodo. En los días siguientes en una infinidad de declaraciones el gobierno ratificaba que Morales cursaba su segundo periodo y en consecuencia no podría ser reelecto nuevamente. Hoy resulto que esto no era cierto. Sera candidato y volverá a gobernar.
Si analizamos la secuencia de los burdos engaños y triquiñuelas de las que hace uso el gobierno para hacer lo que se le viene en gana uno termina pensando si esta es una pesadilla medieval. Se trata del imperio de la transgresión y la vigencia del despotismo al mejor estilo monárquico y absolutista, empero, lo que no acepta triquiñuelas obsoletas es la condena del pueblo y en esto la historia es implacable. Ya nos cansamos, y parece que más temprano que tarde los artífices del “cambio” tendrán que rendirnos cuentas y entonces, veremos quién es más hábil en interpretar la otorgación de sentencias.

lunes, 6 de mayo de 2013

¿Una Declaración de Religiosa Fe?

La preocupación presidencial por el robo de joyas de la Virgen de Copacabana, resulta de alguna manera sorprendente dado el manifiesto carácter laico del Estado Nacional y la poco disimulada aversión oficialista a la Iglesia Católica, se trata, empero, de un acto cuya comprensión solo es posible en el marco ideológico del actual gobierno. Las duras palabras del presidente apuntan a la Iglesia entendida como una unidad simbólica y a su parte visible; los obispos. El discurso oficial sobre el tema incluye además una inusual declaración de fe mediante la cual el presidente se declara ferviente creyente y apela a Dios como garantía de la honestidad que rodean sus lapidarias declaraciones. Se muestra como un creyente preocupado por los bienes de la Iglesia.
El mero sentido común pone en duda la veracidad de su argumento y trasluce una intencionalidad ideológica condicionada por un elemento central; la instalación en el ámbito social de un cuestionamiento a la jerarquía católica respaldado por la fuerza de los hechos (fueron religiosos los que cometen el delito).
En la perspectiva del materialismo histórico ortodoxo, la religión se concibe como “el opio de los pueblos”, una rémora de la ideología dominante burguesa cuyo propicito es socavar la capacidad revolucionaria de la sociedad, y en consecuencia, su eliminación deviene como una tarea imprescindible del proceso de cambio. La” Revolución Cultural” contiene en lo más profundo de su núcleo discursivo la necesidad ineludible de borrar la noción de lo divino y dar curso a la creatividad humana sin las trabas ni las culpas emergente de un “Dios castigador”.  En esta perspectiva, ningún proceso de corte marxista-ortodoxo fundado en los preceptos del materialismo histórico, descuido una parte importante de su arsenal político y sus recursos ideológicos en suprimir, ya por la vía persuasiva, ya por la vía pragmática el culto religioso católico.
Desde esta perspectiva las declaraciones del primer mandatario no resultan casuales y menos anecdóticas, hacen parte constitutiva de una perspectiva de Poder. En realidad traducen la intencionalidad estratégica de vincular la religión católica al imaginario de lo indeseable (como indeseable es el hurto) No se trata de un discurso articulado por la fe, sino por la ideología. Tampoco versa sobre el robo de joyas, versa sobre la imperiosa necesidad gubernamental de copar hasta los más profundos filones de la subjetividad social. No es una denuncia de corte moral, es un artificio político que pretende socavar las bases de Iglesia Católica, no es la declaración de un creyente, es el enunciado de una vocación de poder que no reconoce límites.

miércoles, 17 de abril de 2013

El Unicornio Azul

Hace unos treinta años la poética canción “El Unicornio Azul” se entonaba como un himno clandestino junto a las piezas de Mercedes Sosa o Cafrune cuya voz de tenor de villorio denunciaba la cruda realidad de nuestros pueblos. Lo mataron. El y muchos otros (Benjo Cruz por ejemplo) se habían convertido en los trovadores de unos pueblos que se debatían en épicas batallas por la libertad y el “Hombre Nuevo”. Para entonces, estas figuras encarnaban la liberación nacional, y el socialismo era la fórmula que despejaba la ecuación en toda sus múltiples expresiones; con él no habría hambre, no habría discriminación, no habrían perseguidos políticos ni exilados, ni desaparecidos, la vida se parecía a una estadía nupcial en el paraíso. Muertos y mártires de por medio, en una década las dictaduras cayeron una a una, empero, la democracia recuperada con tanto dolor y sangre venía con otros ritmos y los viejos y agrestes trovadores se incorporaron a la larga lista de “los clásicos”. La democracia traía consigo desafíos que no se habían pensado y  la prosa del Unicornio Azul no engranaba con la vorágine de la reconstrucción democrática, todo pasaba bajo el espectro  de la globalización salvaje, los derechos humanos, la libertad de expresión, la emergencia de la diversidad y la sombra de los conceptos nómadas que la propia democracia engendraba y paría día a día, todo cambiaba con velocidades abismales, excepto Cuba, único país latinoamericano donde “triunfó” el socialismo, allí se seguía entonando El Unicornio como en los viejos tiempos, se podría decir que la caída del Muro de Berlín que puso fin al socialismo real paso desapercibida, Cuba quedo sin la plata de los rusos, con el bloque de los gringos y la familia Castro en el Poder. El reino de la rumba se transformó en el infierno de la realidad y Cuba terminó paralizada en el tiempo, peor aún, el “Hombre Nuevo” no llegó jamás, en su remplazo estaba el preso político, el disidente, el “gusano” para utilizar la nomenclatura de Fidel.
Para la exportación –sin embargo- tenían algunos insumos de rendimiento decreciente, Silvio Rodríguez por ejemplo. Da conciertos gratis en todos los lugares en que potencialmente podrían haber recursos explotables, puestos de trabajo bien pagados que “aportan a la Revolución”, (encontramos miles en Bolivia todos con mandil clínico, y decenas de miles en Venezuela). Sin duda la belleza musical del Unicornio Azul o de cualquier pieza musical y poética de esa talla son una maravillosa creación del intelecto humano, pero esta belleza se corrompe cuando se la instrumentaliza a favor de las doctrinas vencidas por la historia. Podríamos decir en consecuencia que en los próximos días tendremos Silvio, lo que no tendremos será honestidad intelectual.

viernes, 29 de marzo de 2013

El Discurso Vicepresidencial

El discurso del Vicepresidente Álvaro García Linera en el acto de conmemoración de los 18 años del IPSP realizado estratégicamente en la ciudad de Santa Cruz, revela la naturaleza de los preceptos ideológicos de ese movimiento político, que, inscrito en las formas más clásicas del populismo latinoamericano. Devastar al adversario con una verborrea que linda en la paranoia fue siempre un recurso extensivamente aprovechado por los movimientos populistas y en general por todos los regímenes de claras tendencias totalitarias. La identificación del “otro” como una encarnación del demonio, y la devaluación de todos sus atributos éticos y morales son características inherentes a este tipo de discurso. Por regla general ante la imposibilidad de articular un mensaje claro, apelan a los sentimientos y las frustraciones de la sociedad. La rememoración de hechos descontextualizados, la exaltación del “pueblo” como una categoría imprecisa (de la que participan los que coyunturalmente son presa fácil de la demagogia populista) y la apelación a frases radicales, estuvieron presentes en el pasado en los fogosos discursos de Mussolini, Hitler y otros dictadores que la historia se encargó de juzgar, empero, en la misma proporción en que esos mensajes muestran una agresividad constante, también dan cuanta de los profundos temores que los engendran.
El discurso de García Linera se hizo más directo y radical en el acto realizado en Santa Cruz porque es el departamento que más temores les produce. Aun considerando el vertiginoso crecimiento del MAS es esta ciudad, está fuera de duda que el modelo etnocéntrico del actual gobierno difícilmente podría cuajar en el pueblo cruceño en el corto plazo, de hecho, el único interpelador que logró poner el jaque el Estado aymara de Evo Morales, fue el protagonizado por los indígenas de Tierras Bajas. La derrota política del TIPNIS fue el más duro golpe al régimen.
 Un mínimo esfuerzo por depurar la semántica de la fogosa alocución vicepresidencial eliminando todos los adjetivos y redundancias, podría arrojar un solo mensaje: Si aquí no ganamos, se jodió el proyecto. En eso García tiene razón. Si la sociedad civil se atrinchera en los bastiones democráticos cruceños, el estado Aymara será un proyecto fallido, y eso, sin duda, lo sabe el vicepresidente. Ojala lo entendiera mejor la oposición.

miércoles, 20 de marzo de 2013

La Caja de Pandora

La grabación de la una conversación del fiscal Soza en la que hace reveladoras confesiones de culpa, desencadeno una serie de reacciones tendientes a minimizar la importancia y gravedad de las mismas, el recurso inmediato pasó por impartir la instrucción de investigar la grabación, y no al grabado, en el segundo movimiento se instruyo el inicio de un juicio en contra de la Senadora que presentó la cinta públicamente. Las autoridades gubernamentales la acusan de complicidad, suponiendo que la intensión de hacer pública la conversación del temido fiscal, tenía la intensión de evitar un paso procesal considerado importante en el proceso que se sigue a varios ciudadanos acusados de complotar contra el proceso de cambio, y promover movimientos separatistas cruceños.
Mas allá de todos los argumentos que se pueden dar, lo cierto es que las acciones del gobierno en prácticamente todos los casos en que se pone en evidencia una irregularidad importante, terminan invirtiendo el orden de los factores; nunca resultan sospechosos los denunciados y, finalmente, la presunción de un delito recae sobre el denunciante. Semejante proceder ha dejado ya claro lo peligroso que puede ser denunciar las arbitrariedades y abusos del gobierno. En el caso que nos ocupa, por la seriedad de las confesiones hechas por el fiscal, la respuesta del gobierno adquiere las características de escarmiento. Se trata de “sentará precedente” evitando semejantes atrevimientos en el futuro.
 Para cualquier ciudadano interesado en la realidad boliviana está claro, que con más frecuencia de la que se cree, la ley tarda pero llega. Posiblemente el artificio mediante el cual el denunciante termina denunciado, o lo que es lo mismo, el honesto termina como corrupto, tenga cierto rédito en el corto plazo, pero en el mediano e incluso en el largo plazo las cosas suelen cambiar. Si los actuales poderosos creen que en el futuro evadirán el juicio y la punición social y jurídica con la facilidad con que revierten la lógica de los procesos en la actualidad; están absolutamente equivocados, en algún momento tendrán que dar cuenta ante la Ley de semejantes atropellos, sin mencionar la abrumadora y exuberante cantidad de elementos de prueba que saldrán a luz pública. En política es muy frecuente que se abra la Caja de Pandora en la primera oportunidad viable, ese es el momento que los que siembran huracanes cosechan tempestades.

martes, 5 de marzo de 2013

El debate sobre la reelección

El debate sobre la reelección presidencial se ha desplazado justo donde no debía estar: en la esfera moral de la política. La oposición sostiene que el presidente le mintió al pueblo y el oficialismo dice lo contrario. Independientemente de quien tenga la razón el debate suma cero dado que, fuese o no cierta la acusación, el MAS impondrá la candidatura de Evo Morales y este ganará las elecciones con métodos legítimos o ilegítimos; dejar el Palacio Quemado no está en la lógica de Poder del MAS.  
En realidad se trata de un enfrentamiento verbal que lo único que pretende es exacerbar las contradicciones entre los partidos que conforman la endeble oposición, y evitar por esta vía la eventual conformación de una candidatura única que, aunque no ganará las elecciones, evitaría el rodillo de los dos tercios. El único producto que esta contienda puede producir no es electoral, tiene carácter simbólico al mostrarle al electorado que el presidente es un mentiroso y en consecuencia su calidad moral y ética está en duda. Lamentablemente, en política los juicios morales pocas veces muestran cierta eficiencia. La oposición se desgasta en una contienda cuyo resultado será electoralmente intrascendente, debería hacer todos los esfuerzos por lograr un Parlamento sin mayoría oficialista, cosa potencialmente posible si en vez de discutir quien es mas mentiroso se volcaran los esfuerzos en debatir cual es la estrategia adecuada para neutralizar las pretensiones arrolladoras del MAS. Un Congreso que impida una mayoría masista debiera ser el objetivo central de la contienda política actual, y aunque denunciar la naturaleza moral del régimen es simbólicamente importante, en los hechos solo rinde como recurso discursivo. Si la oposición no toca suelo, no solamente tendremos a Evo Morales un periodo más, sino, además, lo tendremos con una renovada arrolladora congresal. Si milagrosamente el Tribunal Supremo Electoral declara inconstitucional la reelección de Morales, en 24 horas sustituirán su presidente viabilizando un funcionario "leal", lo que pone el debate en fojas cero: el gobierno ganaría el escaso tiempo que le queda a la oposición, y esta se percataría que hizo el papel de monaguillo en un guion melodramático escrito por el oficialismo.

jueves, 21 de febrero de 2013

Benedicto XVI y los Eternos Candidatos

La renuncia del Papa Benedicto XVI sorprendió al mundo entero, la decisión del Santo Padre no estaba prevista ni hacía parte de las modalidades de terminar un pontificado desde hacía 600 años, en realidad es probable que muy pocos hombres a lo largo de seis siglos hubieran imaginado la renuncia de un Papa, no es un procedimiento adscrito a lo que la mayoría de nosotros imaginamos como el fin de una autoridad de ese rango y trascendencia. Las razones dadas por el renunciante son absolutamente razonables: estoy cansado y mi salud no me permite ejercer el cargo de forma adecuada, en otras palabras, no quiero hacerlo mal. Una brillante declaración de honestidad que da cuenta de la entereza moral del Papa y de su sentido de responsabilidad para con la extensa comunidad Católica Apostólica y Romana. Se trata, empero, de una decisión humana asumida por un hombre de calidad moral.
El alejamiento del Papa contrasta con la pobreza moral de hombres como los hermanos Castro, cuya ambición de poder llevó a Cuba a una tiranía de medio siglo y el reinado de la miseria, las pretensiones continuistas de Evo Morales, el triunfalismo del presidente ecuatoriano, el desenlace casi surrealista de un enfermo terminal como Chávez o la arrogante continuidad de la mandataria argentina. Todos estos casos expresan la precariedad moral de estos personajes aferrados a sus puestos y las prebendas del poder, imaginando exóticas “movidas”, inventándose forzados preceptos legales, decapitando adversarios y dilapidando las arcas del estado en campañas electorales encubiertas. Qué lejos se ven de un hombre que renuncia al papado -la institución más poderosa del mundo católico- al simple reconocimiento sus limitaciones. Nadie le echó en cara si lo hacía bien o mal, si su comunidad lo aceptaba o lo rechazaba, fue más simple, más humano, se impuso la responsabilidad para con millones de católicos frente a la eventualidad de no hacerlo bien. Si los Castro o los Kirchner, los Morales o los Chávez tuvieran una centésima de la calidad de Benedicto XVI, hacía rato que hubieran meditado seriamente en torno a la calidad de sus actos, pero no podemos pedirle peras al olmo, no están hechos para los actos de grandeza humana, se mueven dentro los oscuros pasillos de su mediocridad apocalíptica.

miércoles, 6 de febrero de 2013

El Censo y el Proceso de Cambio

Los que estamos habituados al manejo de información numérica y el procesamiento de datos, sabemos que el manejo estadístico de la información, es decir, frecuencias, tablas de contingencia que cruzan dos o más variables, calculo de medias, distribución de los datos etc. se hacen únicamente cuando 1) se ha procesado la información completa y depurada y  2) cuando se cuenta con una matriz que permite generar estos datos.
En la antigüedad esto se hacía a mano. Los datos se procesaban a través un conteo boleta por boleta, pregunta por pregunta. El proceso era exactamente igual al conteo de votos en las elecciones. Por lo general los tabuladores cometían muchísimos errores de manera que los cuadros nunca cuadraban. Las estadísticas estaban plagadas de errores hasta que de pronto apareció una maravilla: la computadora. Se acabaron los “palotes”, las pesadillas cuando los resultados no cuadraban (había que revisar los resultados cuestionario por cuestionario nuevamente) etc. El trabajo se redujo por lo menos en un 90% y la posibilidad de error era prácticamente nula. Los resultados eran además altamente confiables.
 El “Proceso de Cambio” en este sentido parece haber retrocedido al menos 25 años. Esta conclusión se deriva de las declaraciones del director interino del INE, Ing. Soria Galvarro, quien aseguro hace poco que “El conteo manual se hizo especialmente para brindar información preliminar con el más alto grado de seguridad.(sic)”. Resulta que “el grado de seguridad“ está en duda por la técnica manual utilizada. Esta mas que probado que los humanos cometemos más errores que las computadoras, de hecho, estas, no se equivocan. Frente a semejantes aseveraciones solo caben tres hipótesis, a) el Director no tiene idea de lo que es un procesamiento manual de datos, b) Nos está mintiendo o, finalmente, c) requiere tiempo para manipular la información con objetivos oscuros. Tiendo a creer que es más probable la tercera por sus implicaciones políticas, económicas y sociales, lo que hiere la dignidad de los ciudadanos al asumir por axioma que todos sufrimos de retardo mental crónico frente a la genialidad de los operados del Estado.

viernes, 18 de enero de 2013

De Poderosos y Violadores


Tomas Mann, dos meses después de que Hitler se convirtiera en Canciller de Alemania, anotó en su diario personal que él había sido testigo (frente a la ascensión del nazismo) de una revoluciónnunca antes vista, una revolución “sin ideas...contraria a lo más noble, lo mejor, lo más decente, contraria a la libertad, a la verdad y a la justicia” Esa misma sensación experimenta una buena parte de la sociedad boliviana frente al gobierno del MAS. La esperanza de que el nuevo régimen encarnara una renovación capaz de borrar los grandes déficits de la democracia pactada ha quedado pulverizada, el gobierno del MAS ha superado con meritos todos los defectos de todos los estilos y modalidades democráticas a lo largo de la colonia y la republica, y lo único que deja es un amargo sabor a corrupción e inmoralidad que lo tiñe de principio a fin.

Cuando el MAS se hizo del poder todos los operadores políticos del régimen se empeñaron en mostrar el pasado inmediato (neoliberal) como la etapa más obscura de la historia republicana. Hasta se propuso reescribir la historia. No había un solo acto de los gobiernos liberales que no obedeciera a un designio diabólico, inmoral, corrupto y antipartria; el estereotipo se ha volcado en contra de ellos mucho antes de lo previsible, hoy es posible decir sin temor a equivocarse que la calidad moral y ética del gobierno ha superado –por lo malo- cualquier limite y a cualquier gobierno anterior.
No es que el gobierno no cuanta con gente idónea, seguramente hay muchísimos funcionarios que se ganan la vida honestamente trabajando para él, se trata de que el Estado se ha corrompido, ha perdido lo noción de los limites éticos, su borrachera ha concluido tumbado mujeres indefensas, violandolas y echándolas a la calle, una imagen que parece más propia de un film de Hitchcock que de una “Revolución Cultural”. La calidad moral de MÁS está en debate. No sirven ya los masivos mensajes televisivos y la impávida frialdad con sus operadores e ideólogos tergiversan los hechos, buscan justitificaciones de un nivel alucinante, o buscando la mano negra de la oposicion y la derecha. (Cómo imaginamos un agente de la derecha exitando los instintos sexuales de una ebria autoridad masista?) ya no sirve, no solo porque los curiosos argumentos resultan inútiles frente a la contundencia de los hechos, sino porque en la mayoría de los casos cada justificación linda en la estupidez y cae en el ridículo.