No deja de despertar cierta inquietud la pertinaz posición de Evo Morales al negarse a dialogar en persona con los marchistas del TIPNIS, si uno repasa con detenimiento las actividades del Presidente, notamos que la regla fue actuar de forma directa y en dialogo presencial evitando más bien intermediarios, lo que por cierto facilitó el consenso. ¿Qué impide entonces que este habitual procedimiento presidencial sea negado sistemáticamente ahora?

En la medida en que el conflicto no se inscribe en el horizonte las clases sociales, y tampoco en el de las razas, las confrontaciones no adquieren contornos adscritos a la economía y la diversidad étnica exclusivamente, se trasladan a la superestructura jurídica y terminan obviando las históricas demandas por la distribución desigual de la riqueza o la exclusión crónica de las etnias, se centran básicamente en la violación de sus derechos, de hecho la intensión de bloquear el avance de los marchistas movilizando gente afín al MAS, y creando así un escenario de enfrentamiento, apunta a suprimir desde las mismas raíces los emergentes movimientos que ponen en duda, no la identidad étnica entre unos y otros, sino, sus diferencias en la práctica de los derechos que unos creen poseer en propiedad y los otros haber perdido, lo que los enfrenta es un litigio por la vigencia de la democracia a partir de la conservación medioambiental, y no a la inversa; no es un enfrentamiento medioambiental que termina evocando los derechos civiles y humanos maltratados; a la inversa, es una marcha que comienza defendiendo los derechos y termina en la tierra porque estos, poseen autonomía de gestión frente a la tierra siempre sometida a los designios del Poder, como es el caso de los productores de coca en el hasta hace poco paradisiaco Chapare con más de 76 mil hectáreas devastadas por la siembra de cocales
Es altamente probable que la marcha termine por cansancio a más de otro tipo de maniobras propias del régimen actual, empero, habrá socavado de forma irremediable la base social del gobierno y le habrá mostrando al mundo la su verdadera naturaleza.